La Fotografía como un género literario.

Un Pessoa en Canon.

“Al contrario de lo que se acostumbra a decir, creo que la fotografía se parece más a la literatura que a la pintura.”.

Francesc Català-Roca.

Introducción.

Mi trabajo final se fundamenta en que la fotografía puede ser entendida y abordada como género literario. Para ello, comentaré cómo entiendo la relación entre la literatura y la fotografía; y, a partir de las conexiones que veo entre un arte y otro, mostrar mi fundamentación.

Desde este abordaje a la fotografía mi proyecto final tomando como guía a Fernando Pessoa y sus heterónimos, presentaré dos fotógrafos: uno dedicado al género del paisaje y otro al retrato. El primero sería yo, bajo el seudónimo Eduns y el segundo un personaje creado por mí, Agustín Tejas, y que tendría consideraciones propias sobre la manera de entender la fotografía. Para cada uno de los géneros elegidos presentaré una breve descripción y, para cada uno de los fotógrafos mencionados, cuáles fueron sus referentes y además, mostrar algún caso, actual o pasado, en el que un fotógrafo se dedique a dos géneros.

El proyecto me permitirá, en los próximos diez años, el poder introducirme en un grupo de géneros que me son de interés (paisaje, retrato, bodegón y documental) e incursionando cada uno de ellos desde perspectivas distintas a través de heterónimos lo que me brindará la posibilidad de hacer distintos abordajes e interpretaciones de la realidad, y así poder desarrollar diferentes consideraciones estéticas y técnicas e incluso teóricas en cada caso.

Para una mejor presentación del proyecto me parece oportuno tomar, como mencioné más arriba, las propuestas de “Eduns-él-mismo” (Eduns) y del de personaje Agustín Tejas y distribuir las diez piezas requeridas en cinco para Eduns y cinco para Tejas. A su vez, tres fotos de cada un mostrará su perspectiva sobre el género que desarrollan y las dos fotos restantes compartirán como eje temático, y siguiendo cada uno con su género y estilo, reflejar el estado “blues”

Fotografía y Literatura.

La relación entre la literatura y la fotografía ha sido tratada largamente y abordada desde distintas perspectivas y exigiría un desarrollo mucho más profundo y amplio que excede el trabajo presente, pero es pertinente indicar de qué manera entiendo esta relación ya que ese será mi fundamento para este proyecto y los del futuro.

Mi piedra angular para entender la fotografía como un género narrativo es la comparación que hace Cortázar entre el cuento y la novela con la fotografía y el cine respectivamente. El autor de Rayuela hace esta analogía:

“La novela y el cuento se dejan comparar analógicamente con el cine y la fotografía, en la medida en que una película es en principio un “orden abierto”, novelesco, mientras que una fotografía lograda presupone una ceñida limitación previa, impuesta en parte por el reducido campo que abarca la cámara y por la forma en que el fotógrafo utiliza estéticamente esa limitación. No sé si ustedes han oído hablar de su arte a un fotógrafo profesional; a mí siempre me ha sorprendido el que se exprese tal como podría hacerlo un cuentista en muchos aspectos. Fotógrafos de la calidad de un Cartier-Bresson o de un Brassaï definen su arte como una aparente paradoja: la de recortar un fragmento de la realidad, fijándole determinados límites, pero de manera tal que ese recorte actúe como una explosión que abre de par en par una realidad mucho más amplia, como una visión dinámica que trasciende espiritualmente el campo abarcado por la cámara. [...] en una fotografía o en un cuento de gran calidad se procede inversamente, es decir que el fotógrafo o el cuentista se ven precisados a escoger y limitar una imagen o un acaecimiento que sean significativos, que no solamente valgan por sí mismos, sino que sean capaces de actuar en el espectador o en el lector como una especie de apertura, de fermento que proyecta la inteligencia y la sensibilidad hacia algo que va mucha más allá de la anécdota visual o literaria contenidas en la foto o en el cuento. Un escritor argentino, muy amigo del boxeo, me decía que en ese combate que se entabla entre un texto apasionante y su lector, la novela gana siempre por puntos, mientras que el cuento debe ganar por knock-out.”

La fotografía y su “aparente paradoja”: el recorte de una realidad bien delimitada, pero que funciona como una puerta hacia una realidad más amplia de lo abarcado por la cámara. La fotografía nos relata un acontecimiento que cuyos elementos significativos que la componen lleva al espectador a ir más allá de lo que está viendo.

Desde este basamento, entiendo que además, se abren varias alternativas expresadas en cada género fotográfico. Si entendemos cada uno de estos, como una manera de abordar lo real para hacer un recorte para generar aperturas a nuevas realidades, se podría plantear y de hecho sucede, que los fotógrafos en cada género podría abordar lo circundante; hacer visible lo invisible, como propone Franco Fontana (Módena, 1933), desde distintas perspectivas o maneras de entender al mundo.

Desde la literatura esto podría verse reflejando en Fernando Pessoa. El escritor portugués (1888-1935), considerado el máximo exponente de las letras lusitana, es conocido por sus heterónimos y pseudo-heterónimos; los cuales eran personajes (no seudónimos) creados por él con su propia personalidad, estética e incluso hasta una biografía muy detallada. Los más conocidos son: Ricardo Reis (autor del Libro del Desasosiego), los poetas Álvaro de Campos o Alberto Caeiro.

He aquí mi fundamento, hasta mi piedra de toque para mi proyecto, el seguir, en fotografía, lo propuesto por Pessoa en literatura: Abordar al mundo desde distintas perspectivas y maneras de entender la fotografía misma a través de varios personajes.

Géneros Fotográficos.

Si bien, hasta donde tengo entendido, no hay distintos “personajes” ficticios cada uno con un género en especial creados por un solo fotógrafo, hay muchos artistas dedicados a más de un género como por ejemplo: Grete Stern (Retratos y Documental), Sebastiao Salgado (Documental y Naturalismo) y Franco Fontana (Paisaje y Artística). De cada uno, haré un muy breve comentario aspectos de su obra más sobresalientes que servirán como una idea aproximada de lo que me propongo.

Grete Stern.

(Elberfeld, Alemania, 9 de mayo de 1904 — Buenos Aires, Argentina, 24 de diciembre de 1999)

Fotógrafa alemana radicada en la Argentina. Muy reconocida por sus fotomontajes críticos a la situación de la Mujer a fines de los ‘40 e inicio de los ‘50 de la centuria anterior, conocido como Los Sueños (publicados en la Revista Idilio), fue también un gran fotógrafa de retratos y haber realizado un largo trabajo documentalista en el Chaco sobre temas regionales y sobre las Ruinas Jesuíticas de Misiones.

Sus retratos buscaban captar el alma que se expresa en el rostro. Los detalles que aparecen en las obras no son anecdóticos, sino que hacen al clima de intimidad del retratado. Son retratos psicológicos.

Sobre su proyecto documental “Aborígenes del Chaco”, podemos decir, que a diferencia del retrato, y sobre todo del fotomontaje, buscó registrar eso lo que estaba viendo, como testigo. Si bien en su primera etapa (1959-1960) sólo fotografiaba “lo que veía” como bien lo declara ella, pero en su segunda etapa (1964) antes de empezar con su trabajo, primero se informó sobre la situación de los habitantes de los pueblos originarios, con o que entiendo que pasó de ser un testigo ingenuo a uno con conocimiento, con lo cual sabía que “mirar”.

Sebastián Salgado.

(Aymorés, Minas Gerais, Brasil, 8 de Febrero de 1944 - )

Su trabajo de documentalismo como los de fotoperiodismo es muy conocido y reconocido en el mundo. Es un fotógrafo comprometido con el objeto de su fotografía:

“Nuestra historia es la historia de la comunidad, no de la individualidad. Ése es el punto de vista de mi fotografía y el punto de partida de todo mi trabajo.” [...] respeto y tengo cierto sentido de la comunidad y del ser humano. La fotografía está llena de simbolismo, es un lenguaje simbólico. Tienes que ser capaz de materializar todas tus ideas en una sola imagen.”

En cuanto a su estilo, poco se puede decir salvo que es un genio. Su técnica es precisa, perfecta hasta la extenuación. La composición de cada imagen es una lección estética en la que consigue que el espectador centre su mirada de manera inmediata sobre los puntos de interés que él ha elegido mucho antes siquiera de disparar.
Suele trabajar en blanco y negro, con su Leica, y consigue que cada una de sus fotos transmita una sensación mítica, casi religiosa, gracias al aprovechamiento de la luz y las texturas de la piel. Así, muchas de las imágenes que integran “Éxodo” parecen extraídas directamente del Antiguo Testamento.

Luego de una crisis personal como resultado a su compromiso con sus trabajo anteriores, este Doctor en Economía, sale de nuevo al trabajo con Génesis, un proyecto que podemos catalogarlo como género Naturaleza aunque mantiene la misma estética.

Franco Fontana.

(Módena, Italia, 9 de diciembre de 1933 - )

Artista de élite internacional. Su obra es conocida por sus paisajes abstractos, geométricos, con un uso de colores saturados muy típicos en su obra, con elecciones perfecta de la toma y la medición de la luz, que nos hacen viajar a otros mundos.

Pero no sólo es paisajes en Fontana, hacia fines de los ’70 empezó a trabajar el uso de la figura humana. No establece un contacto erótico, sino que se acerca desde una perspectiva casi Pop. No olvida el color ni mucho menos aquellas composiciones plagadas de planos. La figura humana comienza a ser una presencia en su obra, pero no va más allá de ser un elemento que se sumaba a sus propias composiciones. Más adelante su trabajo se inclinó al desnudo femenino, al que abordaría como el resto de su trabajo, como una excusa para ser testigo del mundo.

Como verán son autores que han trabajado géneros distintos aunque con pequeños matices han mantenido una estética particular que los define como artistas únicos: fotografías “a lo Stern” o “a lo Salgado”. Pero mi propuesta es poder lograr una estética particular para cada género.

Proyecto Fotográfico.

La memoria no guarda películas, guarda fotografías.

Milan Kundera

La propuesta que desarrollaré está concebida no sólo para este trabajo final, sino que está pensada, en principio, para los próximos diez años. E indico “en principio” porque entiendo que podría ser en sí mismo un proyecto para la vida, Esto se me lo sugiere Carola Ondarza Pozadas en sus tesis de Licenciatura sobre “complementariedad e interdependencia entre los conceptos de vida y literatura”; que la vida a través de su recorrido, de hacerse su historia, convertirse en Literatura. Y si a esto último, le sumamos lo expresado más arriba en mi consideración de la relación entre la fotografía y la literatura, mi vida (o cualquier otra) podría ser considera como una gran exposición fotográfica donde cada pieza elegida para su exhibición son puertas que abren a otras dimensiones contenidas, en los ojos de los espectadores, de mi propia vida o de la vida misma.

Por estas consideraciones elegí, como referente literario en su producción literaria, a Pessoa con sus heterónimos ya que me permitiría abordar-me desde distintos géneros y con estéticas dejando de manifiesto la multi-dimensionalidad de lo humano.

Este proyecto artístico como mencioné anteriormente se centrará en la creación de distintos personajes. Cada uno los cuales se dedicará a un género fotográfico determinado con sus propios proyectos y consideraciones estéticas y metodológicas de trabajo. Para esta presentación propondré a través de Eduns y a Agustín Tejas con sus producciones de paisajes y retratos respectivamente cuales sus propuestas para cada género; y para un mejor expresión de esto, presentaré además diez fotos, de la cuales cinco serán de Eduns y cinco de Agustín Tejas y a su vez cuatro de ellas (dos piezas de cada uno) compartirán el tema “Blue”.

Eduns.

El género elegido por mí es el paisaje y en particular me interesa el Cielo como objeto fotográfico.

El Cielo, para mí, representa una síntesis de aquello que permanece (mientras haya Universo, Tierra, habrá un Cielo) y aquello que cambia (salvando ciertas circunstancias podríamos decir que no hay dos cielos iguales) continuamente (la posición del Sol y las formaciones nubosas).

Desde lo estético seguiré, un principio, la propuesta de Franco Fontana con el uso de colores y formas (líneas) tratando de, tal como lo expresa él, hacer visible lo invisible (entendido como aquello que no vemos pero que existe) y dejar registrado una singularidad que tal vez no llegue a repetirse jamás.

Desde lo técnico, y dado la fuerte impronta compositiva, tomar como desafío el uso del equipamiento disponible para ese momento. Igualmente, dado el objeto de mi interés, el uso de lentes zoom con gran angulares y teleobjetivos para tener una versatilidad tal que me permita ajustarse a cada momento.

Agustín Tejas.

Agustín se expresa a través del retrato. A este artista francés sólo le interesa lo humano, y esto lleva a realizar retratos del tipo psicológico, buscando encontrar una manifestación del alma del retratado.

A partir de esto, entiende que el color distrae, por esos sus obras son en blanco y negro. Entiende que lo humano se manifiesta en la extensa (e infinita) escala de valores que va del negro al blanco y todos sus grises intermedios. Sus referentes son Stern, Avedon y Brassaï. Sus tomas tienden a ser cerradas aunque las hay a cuerpo entero y americano, buscando en las texturas y en los contraluces o juegos de luces una manifestación de esa alma que se esconde en el cuerpo del que tiene enfrente.

Desde lo técnico, tiende a usar lentes fijos luminosos para no utilizar flashes y aprovechar la luz circundante buscando un clima más natural aunque hay piezas realizadas en estudio en las que se buscaba una situación más controlada.

Conclusión.

Este proyecto no sólo presenta el fin de una etapa en mi formación, sino que también marca en inicio de nueva etapa en mi vida: la fotografía como un modo de vida. La Vida como una historia y ésta como esa colección de imágenes donde la memoria hace de curador. Cada pieza de esa antología (las expuestas y las guardadas en el depósito) abre la puerta a otras maneras de entenderme a través de los ojos de los otros, los espectadores. En palabras de Franco Fontana, en el fondo cada obra es un autorretrato.